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Lima - Perú

Los tres ancianos | La bendición de dar | Las dos cajas | Éxito verdadero | ¿Morir por otro? | No menosprecies tu obra | La mano del maestro | Entrega | Los leñadores | Tu prójimo y tú | Quien se lleva el hijo | ¿Cuanto vales? | Los clavos | Los tres árboles | Las tres rejas | El amor es ciego

LOS TRES ANCIANOS

Una mujer salió de su casa y vio a tres ancianos de larga y blanca
barba, sentados al frente de su casa y les dijo:
-No creo conocerlos, pero deben tener hambre. Por favor pasen y
acepten alguna cosa para comer.
-¿Se encuentra el hombre de la casa dentro?, preguntaron.
-No, dijo ella, él salió.
-Entonces no podemos pasar, contestaron.
Por la tarde, al llegar su esposo a casa, le dijo lo que había pasado.
-Ve a decirles que estoy en casa e invítalos a pasar.
La mujer salió e invito a los hombres a que pasaran.
-No pasamos a una casa juntos, respondieron
-¿Por qué es así? Quiso saber ella.
Uno de los ancianos le explicó:
-Su nombre es "Riqueza", apuntando a uno de sus amigos y apuntando al
otro dijo, él es "Éxito", y yo soy "Amor". Después agregó: Ahora ve y
discute con tu esposo a cual de nosotros deseas en tu casa.
La mujer entró y le dijo a su esposo lo que le habían dicho.
Su esposo se regocijó: !Que bueno! Dijo: Dado que este es el caso,
invitemos a "Riqueza". Dejemos que venga y llene nuestra casa de cosas!
La esposa discrepó: ¿Por qué no invitamos a "Éxito"?
La hija estaba escuchando desde el lado opuesto de la casa; saltó con
su propia sugerencia: ¿No sería mejor invitar a "Amor"? ¡Nuestra casa
estaría entonces llena de amor!"
-Hagamos caso del consejo de nuestra hija, dijo el esposo a su esposa.
-Sal e invita a "Amor" a ser nuestro huésped.
La mujer salió y les pregunto a los tres ancianos:
-¿Cuál de ustedes era "Amor"? Por favor pase y sea nuestro huésped
"Amor", se puso de pie y empezó a caminar hacia la casa. Los otros dos
también se pusieron de pie y lo siguieron. Sorprendida la señora, les
preguntó a "Riqueza" y a "Éxito": Solamente le invité a él. ¿Por qué
están pasando ustedes?
Los ancianos le respondieron: Si usted hubiera invitado a "Riqueza" o
a "Éxito", nosotros nos hubiéramos, quedando fuera, pero como usted
invitó a "Amor", donde quiera que él va, nosotros lo acompañamos...
¡¡¡Dónde quiera que haya amor, también hay riqueza y éxito!!!

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LA BENDICIÓN DE DAR

A una niña de 7 años había que hacerle una transfusión de sangre para
salvarle la vida. El tipo de sangre de ella no era compatible con la
de los padres, pero sí con el de su hermanito de 5 años. El doctor lo
llamó para hablarle del tema, y le preguntó si estaba dispuesto a dar
de su sangre a su hermanita, o de otra forma ella moriría. El niño se
asustó, y bajó la cabeza pensativo. Pero aún con el rostro pálido de
miedo, al poco rato contestó: "Doctor, si con mi sangre mi hermanita
no muere, yo le doy mi sangre"...
Contento el doctor por el éxito obtenido de su conversación, lo llevó
al lado de la cama de la enferma, los prepararon con jeringuillas y
mangueras, y la sangre empezó a correr de un cuerpo a otro. Al poco
rato, cuando se comentaba que estaba saliendo de peligro la niña, y
que sus mejillas se sonroseaban, el niño llamó al médico, y tembloroso
le preguntó: "Doctor, ¿Cuándo voy a comenzar a morir?" En su inocencia
creyó que dando su sangre para salvar a su hermanita, él tendría que
morir; pero aun creyéndolo así se enfrentó al sacrificio.
Cuando tú crees que es grande tu sacrificio, que es mayor, recuerda
que cuando damos con gozo, recibimos con abundancia la recompensa.
Noemí Mondéjar

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LAS DOS CAJAS

Soñé que tenía dos cajas en mis manos que Dios me había dado, una era
negra y la otra dorada. Me dijo :"Pon tus penas en la caja negra, y tus
alegrías en la dorada". Hice lo que me había dicho y guardaba en cada
caja según Dios me lo había indicado. Noté que la caja dorada se hacía
cada vez más pesada y la negra seguía tan ligera como antes.
Con curiosidad abrí la caja negra para averiguar el por qué, y me dí
cuenta que tenía un gran agujero en el fondo, por lo que todas mis
penas se habían ido. Se lo mostré entonces a Dios y le pregunté dónde
estaban mis penas. El sonrió y me dijo : "Hijo mío, yo las tengo".
Le pregunté entonces: "Señor, ¿Entonces, por qué me diste dos cajas?
¿Por qué la dorada y por qué la negra con el agujero?".
El Señor me respondió: "Hijo mío, la dorada es para que cuentes todas
las bendiciones que te doy, y la negra es para que dejes ir tus
problemas y penas y no los cargues siempre".
Arturo Quirós Lépiz

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ÉXITO VERDADERO

Paul Wylie, estaba patinando en las Olimpíadas de invierno de Calgary en
1988. Estaba nervioso cuando empezó su rutina ante 20.000 personas y un
auditorio televisivo de millones. Luego, en su primer salto, algo salió
mal. Wylie escribe: «Un instante después, mi mano toca el hielo; la
cuchilla no me aguanta. Empiezo a resbalar y me doy cuenta de que me
estoy cayendo. Todo lo que escucho mientras caigo al hielo es un quejido
empático de lo que parece ser un millón de voces.»
Wylie tenía que tomar una decisión en una fracción de segundos: podía
centrarse en el error y darse por vencido, o podía seguir patinando y
dar lo mejor de sí. Justo entonces le vino este versículo a la mente:
«Cuando el hombre cayere, no quedará postrado...» (Salmo 37:24).
Continuó su rutina y decidió patinar «de corazón, como para el Señor»
(Colosenses 3:23). Al final del programa, la multitud irrumpió en un
entusiasta aplauso por su coraje y determinación.
Como seguidores de Cristo puede que recibamos alguna vez un golpe fuerte
que nos tumbe. Podría ser la muerte de un ser querido, la pérdida del
empleo, o tal vez nos ignoren para una promoción. Tal vez estemos
desanimados por haber caído en pecado. Una cosa es caer; otra muy
distinta es darse por vencido. Si nos levantamos de nuevo reafirmamos
nuestra fe en Cristo, y seguimos sirviéndole, no «quedaremos postrados».
EL ÉXITO CONSISTE EN LEVANTARNOS SÓLO UNA VEZ MÁS
DE LAS VECES QUE NOS HEMOS CAÍDO

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¿MORIR POR OTRO?

Franciszek Gajowniczek estaba preso en un campo nazi en Auschwitz
cuando escapó un compañero de prisión. La disciplina aplicada cuando
alguien escapada era seleccionar a diez hombres al azar y encerrarlos
en una celda donde se les dejaba morir de hambre. Cuando Gajowniczek
oyó leer su nombre, sollozó diciendo:"!Mi mujer y mis ojos!"
En aquel momento, un sacerdote franciscano y compañero de cárcel
llamado Koble se adelantó y dijo: "Yo moriré en su lugar. No tengo
ni mujer ni hijos..." El comandante del campo le concedió su petición.
Desde entonces, Gajownizek ha vuelto cada año a Auschwitz el 14 de
agosto para recordar al hombre que murió por el en aquella fecha en
1941. Y en su patio ha puesto una placa para honrar a este sacerdote
y recordar a otros su gran sacrificio.
¿Setías capaz de hacerlo tú? Pues Jesucristo lo hizo, por tí, y por
aquel que aún hoy le desprecia... Esperando que se arrepienta y se
vuelva para decirle ¡Te amo Señor, gracias por ocupar mi lugar!

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NO MENOSPRECIES TU OBRA

John Egglen nunca había predicado un sermón en su vida. JAMÁS. No es que
no quisiera hacerlo, sólo que nunca tuvo la necesidad de ello. Pero una
mañana lo hizo: La nieve cubrió de blanco su ciudad, Colchester, un lugar
de Inglaterra. Cuando se despertó esa mañana de domingo de enero de 1850,
pensó quedarse en casa. ¿Quién iría a la iglesia en medio de semejante
condición climática?. Pero cambió de parecer. Después de todo era un
DIÁCONO. Y si los diáconos no iban ¿Quién lo haría?. De modo que se calzó
las botas, se puso el sombrero y su capa, y caminó las seis millas hasta
la iglesia metodista. No fue el único miembro que consideró la posibilidad
de quedarse en casa. Es más, fue uno de los pocos que asistieron.
Sólo había trece personas presentes: Doce miembros y un visitante.
Incluso el pastor estaba atrapado por la nieve. Alguien sugirió que
volviesen a casa, pero Egglen no aceptó esa posibilidad. Habían llegado
hasta allí, así que tendrían una reunión. Además, había una visita, un
niño de trece años. Pero ¿Quién predicaría? Egglen era el único diácono.
LE TOCÓ A ÉL. Así que lo hizo. Su sermón sólo duró diez minutos. Daba
vueltas y divagaba y al hacer un esfuerzo por destacar varios puntos,
no remarcó ninguno en especial. Pero al final, un denuedo poco común se
apoderó del hombre. Levantó sus ojos y miró directo al muchacho y le
presentó un desafío: Joven, mira a Jesús. ¡Mira! ¡Mira! ¡Mira!
¿Produjo algún cambio ese desafío?. Permitan que el muchacho, ahora un
hombre, conteste: <<Sí, miré, y allí mismo se disipó la nube que estaba
sobre mi corazón, las tinieblas se alejaron y en ese momento vi el sol>>
¿El nombre de ese muchacho? Pues CharlesS HaddonN Spurgeon, el que fuera
conocido hasta en nuestros días como "El príncipe de los predicadores".
¿Supo Egglen lo que hizo? NO. ¿Saben los héroes cuando realizan actos
heroicos? POCAS VECES. ¿Los momentos históricos se reconocen como tales
cuando suceden?. Ya sabes la respuesta a esa pregunta. (Si no, una visita
al pesebre te refrescará la memoria). Rara vez vemos a la historia cuando
se genera y casi nunca reconocemos a los héroes. Y mejor así, pues si
estuviésemos enterados de alguno de los dos, probablemente arruinaríamos
a ambos. Pero sería bueno que mantuviésemos los ojos abiertos. Es posible
que el Spurgeon de mañana esté cortando tu césped, y el "héroe" que lo
inspira podría estar más cerca de lo que te imaginas, podría estar en tu espejo.

Copiado del libro: "CUANDO DIOS SUSURRA TU NOMBRE", de Max Lucado

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LA MANO DEL MAESTRO

Estaba golpeado y marcado y el rematador pensó que por su escaso valor,
no tenía sentido perder demasiado tiempo con el viejo violín, pero lo
levantó con una sonrisa:
-¿Cuánto dan por mí señores? -gritó-, ¿quién empezará a apostar por mí?
-Un dólar, un dólar-, después dos dólares.
-¿Sólo dos?
-Dos dólares y ¿quién da tres?, tres dólares, a la una; tres dólares a
las dos; y van tres...
Pero NO, desde el fondo de la sala un hombre canoso se adelantó y recogió
el arco; luego, después de quitar el polvo del violín y estirado las
cuerdas flojas, las afinó y tocó una melodía pura y dulce como un coro de
ángeles.
Cesó la música y el rematador, con una voz silenciosa y baja dijo:
-¿Cuánto me dan por el viejo violín? y lo levantó en alto con el arco.
-Mil dólares y... ¿quién da dos? -¡Dos mil!, ¿Y quién da tres? Tres mil
a la una, tres mil a las dos; y se va y se fue, -dijo.
La gente aplaudía, pero algunos gritaron: "No entendemos bien, ¿qué cambió
su valor?". La respuesta no se hizo esperar: "¡La Mano del Maestro!"

Y más de un hombre con la vida desafinada, golpeada y marcada por el
pecado, como el viejo violín, se remata barato a la multitud incauta.
Una copa de vino, un juego de azar, una noche de juerga y sigue viaje.
"Se va" a la una, "se va" a las dos, "se va", "se va" y "casi se fue".
Pero llega el Maestro y la multitud no llega a entender por completo el
valor del alma y el cambio que elabora la mano del Maestro.
Jesús es el Maestro que cambia por completo el sentido y el valor de la
vida de cualquier hombre; ahora mismo pídele en oración que entre en tu
corazón, que perdone todos tus pecados y que te haga un hombre
completamente nuevo.Pronto...

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ENTREGA

Cuentan que hace mucho tiempo vivia en la zona campesina de Chila una
pareja de esposos ya muy ancianos, de extrema pobreza, no habian tenido
hijos y vivian solo de la caridad de la gente de la aldea, cada dia salia
él hacia el mercado con la esperanza de conseguir alguna cosa para comer
en la noche junto a su amor, su único tesoro era una vieja pipa de madera
que hacia mucho tiempo no veia el tabaco pero el se la colgaba en la boca, para
espantar un poco el hambre del dia. Ella se sentaba a media mañana en la
entrada de la choza que habitaban y peinaba mil veces sus largas trenzas,
su maximo tesoro y su orgullo, sin embargo el pelo blanco y largo hacia
mucho que no conocia al gun peine pues el último que habia tenido haceia
mucho que se había destrozado y ya no pudo conseguir otro.Al ponerse el
sol llegaba él con algun paquetito de frutas que alguien le habia regalado,
asi era día a día.
Lllegó el dia del aniversario de bodas, y el salio como cada mañana
temprano, pensando qué le regalaria a ella, nada tenía y su dia se veia
negro. Por su parte ella se sento en la puerta de la casita pensando como
celebrar si no habia con qué.
Sin embargo al llegar la tarde el llego con un prqueño paquete que le dio
con un suave beso en la frente --feliz aniversario--
ella caso de debajo de sillita tambien un paquetito que le entrego con una
gran sonrisa.
al abrir cada uno su regalo, se mirarron y sollezaron en silencio
disfrutando de el grna amor que Dios les estaba demostrando.
Ella habia vendido sus trenzas y le habia comprado una atadito de tabaco
para la pipa de él, en cambio el habia vendido su pipa y le habia comprado
un hermoso par de peines para las trenzas de ella

Asi debe ser nuestro amor, solo DAR sin compararlo con lo que nuestra
pareja esta dando.

Recibido de "loqui"

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LOS LEÑADORES

Dos hombres se dedicaron un dia entero a cortar leña. Uno de
ellos trabajo sin detenerse a descansar, y junto una pila de leños
bastante grande. El otro lo hizo durante lapsos de 50 minutos en
los que descanso. Al cabo tenia una pila de leños mucho mayor.
- Como pudiste cortar tanta lena? - le pregunto el hombre que
trabajo si descansar.
Esta fue la respuesta:
- Mientras descansaba, afilaba el hacha.

Thomas Welch

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TU PRÓJIMO Y TÚ

1. Si tu prójimo se compra un carro del año, es vanidad. Si tú te lo
compras, es necesidad.

2. Si a tu prójimo le da ira, es pecado. Si a ti te da ira, es que "tu
carácter es así."

3. Si tu prójimo te dice la verdad que no te gusta, es que no tiene
amor. Si tu lo haces es que eres sincero.

4. Si tu prójimo no te saluda, es que es orgulloso. Si tu no lo
saludas, es que "no lo vistes."

5. Si tu prójimo no cumple con su deber, es un irresponsable. Si tu no
cumples con tu deber es que realmente no puedes.

6. Si tu prójimo tiene serias dificultades, es que está en pecado. Si
tu las tienes, es una prueba.

7. Si tu prójimo no trabaja es que es un vago. Si tu no trabajas, es
que no consigues trabajo.

8. Si tu prójimo sufre escasez, es que es un mal administrador. Si tu
sufres escasez, es que no ganas suficiente.

9. Si tu prójimo habla de los demás, es un calumniador. Si tu hablas de
los demás, "es para orar."

10. Si tu prójimo cae en tentación, es un carna. Si tu caes en
tentación, fue una debilidad.

11. Si tu prójimo no acepta el reto, es un cobarde. Si tu no lo
aceptas, es que "no estas capacitado."

12. Si tu prójimo exhorta en forma dura, está falto de amor. Si tu lo
haces, es "ira de Dios."

13. Si tu prójimo ora por finanzas, no sabe orar. Si tu oras por
finanzas, es "para la obra de Dios."

14. Si tu prójimo no ora ni alaba en alta voz, está muerto
espiritualmente. Si tu no oras ni alabas en alta voz, es que lo haces
con el corazón.

15. Si tu prójimo recibe bendiciones, es por la misericordia de Dios.
Si tu recibes bendiciones, es porque te las mereces.

16. Si el hijo de tu prójimo es rebelde, él es mal padre. Si tu hijo es
rebelde, es porque "heredó el carácter del abuelo."

17. Si tu prójimo paga mal por mal, es porque es un vengativo. Si tu lo
haces es que estás haciendo justicia.

18. Si tu prójimo cumple con su deber, es para "acumular puntos." Si tu
cumples con tu deber es porque eres responsable.

¿QUIÉN SE LLEVA "EL HIJO"?

Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte.
Tenían de todos los artistas famosos en su colección, desde Picasso hasta
Rafael y Boticcelli. Muy a menudo, padre e hijo se sentaban juntos a admirar
las grandes obras de arte. Cuando el conflicto de Vietnam surgió el hijo fue
a la guerra. Fue muy valiente y murió en la batalla mientras rescataba a otro
soldado. El padre recibió la noticia y sufrió profundamente la muerte de su
único hijo. Un mes más tarde, justo antes de Navidad, alguien llamó a la
puerta. Un joven con un gran paquete en sus manos le dijo al padre:
-"Señor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la
vida. El salvó muchas vidas ese día, y me estaba llevando a un lugar seguro
cuando una bala le atravesó el pecho, muriendo así instantaneamente.
El hablaba muy a menudo de usted y de su amor por el arte."
El muchacho extendió el paquete, y le dijo. -"Yo se que esto no es mucho.
Yo no soy un gran artista, pero creo que a su hijo le hubiera gustado que
usted recibiera esto... El padre abrió el paquete. Era un retrato de su hijo
pintado por el joven soldado. El contempló con profunda admiración la manera
en que el soldado había capturado la personalidad de su hijo en la pintura.
El padre estaba tan atraído por la expresión de los ojos de su hijo que los
suyos propios se arrasaron de lagrimas. Le agradeció al joven soldado y le
ofreció pagarle por el cuadro "Oh! No Señor,yo nunca podría pagarle lo que
su hijo hizo por mi. Es un regalo. El padre colgó el retrato arriba de la
repisa de su chimenea. Cada vez que los visitantes e invitados llegaban a su casa,
les mostraba el retrato de su hijo antes demostrar su famosa galería.
El hombre murió unos meses mas tarde y se anunció una subasta para todas las
pinturas que poseía. Mucha gente importante de influencia acudió con grandes
expectativas de hacerse con un famoso cuadro de la colección.
Sobre la plataforma estaba el retrato del hijo. El subastador golpeó su mazo
para dar inicio a la subasta:
-"Empezaremos los remates con este retrato del hijo". ¿Cuanto ofrecen por este
cuadro?". Hubo un gran silencio. Entonces una voz del fondo de la habitación
gritó: ¡Queremos ver las pinturas famosas! ¡Olvídese de esta!.".
Sin embargo el subastador persistió: -"¿Alguien ofrece algo por esta
pintura? ¿100 dólares? ¿200 dólares?...
-Otra voz gritó con enojo: "¡No venimos por esta pintura, Venimos a ver los
Van Goghs, los Rembrants, vamos a las ofertas de verdad!. Pero aún así, el
subastador continuaba su labor. "El Hijo, El Hijo, ¿Quién se lleva El Hijo?.
Finalmente, una voz se oyó desde muy atrás del cuarto: -Yo solo tengo diez
dólares para ofrecer por la pintura. (Era el jardinero del padre y del hijo,
que siendo este muy pobre, era lo único que podía ofrecer).
-"Tenemos 10 dólares ¿Quien da 20? (Gritó el subastador)...
-"¡Désela por 10!, Muéstrenos de una vez por todas las obras maestras, dijo
otro exasperado.
-"¿10 dólares es la oferta? ¿Dará alguien 20? ¿Alguien da 20?.
La multitud se estaba poniendo furiosa. No querían la pintura de El Hijo,
querían las que representaban una valiosa inversión para sus propias
colecciones. El subastador golpeó por fin la mesa con su mazo.
-"Van una, van dos... ¡VENDIDA por 10 dólares!.

Un hombre que estaba sentado en segunda fila gritó feliz:
-"¡Ahora empecemos con la colección!.
El subastador soltó su mazo y dijo: "Lo siento mucho damas y caballeros, pero
la subasta llego a su final".
-¿Pero, qué de las pinturas? -todos exclamaron-.
-"Lo siento. Cuando me llamaron para conducir esta subasta, se me dijo de un
secreto estipulado en el testamento del dueño. Yo no tenía permitido revelar
esta estipulación hasta este preciso momento. Solamente la pintura de El Hijo
sería subastada. Aquel que la comprara heredaría absolutamente todas las
posesiones de este hombre, incluyendo las famosas pinturas. El hombre que
compró "El Hijo", se queda con todo!!!

¿CUÁNTO VALES?
Alfredo, con el rostro abatido de pesar se reúne con su amiga Marisa en un bar a tomar un café. Deprimido descargó en ella sus angustias... que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación... todo parecía estar mal en su vida.
Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 100 dólares y le dijo:
- Alfredo, ¿quieres este billete?
Alfredo, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo:
- Claro Marisa... son 100 dólares, ¿quién no los querría?
Entonces Marisa tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo. Mostrando la estrujada pelotita verde a Alfredo volvió a preguntarle:
- ¿Y ahora igual lo quieres?
- Marisa, no sé que pretendes con esto, pero siguen siendo 100 dólares, claro que los tomaré si me lo entregas.
Entonces Marisa desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado.
- ¿Lo sigues queriendo?
- Mira Marisa, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 100 dólares y mientras no lo rompas conserva su valor...
- Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee SIGUES siendo tan valioso como siempre lo hayas sido... lo que debes preguntarte es CUÁNTO VALES en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado.
Alfredo quedó mirando a Marisa sin atinar con palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro.
Marisa puso el arrugado billete de su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó:
- Toma, guárdalo para que te acuerdes de esto cuando te sientas mal...pero me debes un billete NUEVO de 100 dólares para poder usar con el próximo amigo que lo necesite!!
Le dio un beso en la mejilla a Alfredo -quien aún no había pronunciado palabra- y levantándose de su silla se alejó con su atractivo andar con rumbo a la puerta.
Alfredo volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó en su billetera y dotado de una renovada energía llamó al mozo para pagar la cuenta......"
En el fondo tengo un pequeño malestar con la historia de Alfredo y Marisa. Siempre me queda la sensación que quizás no logro transmitir el verdadero significado del mensaje.
"¿Cuántas veces dudamos de nuestro propio valor, de que realmente MERECEMOS MAS y que PODEMOS CONSEGUIRLO si nos lo proponemos?
Claro que el mero propósito no alcanza...se requiere de la ACCION para lograr los beneficios."

LOS CLAVOS

Había un niño que tenía muy mal carácter.
Un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que
perdiera la calma debería clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa.
El primer día el niño clavó 37 clavos en la cerca... Pero poco a poco fue
calmándose porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter
que clavar los clavos en la cerca. Finalmente llegó el día cuando el
muchacho no perdió la calma para nada y se lo dijo a su padre y entonces el
papá le sugirió que por cada día que controlara su carácter debería sacar un
clavo de la cerca. Los días pasaron y el joven pudo finalmente decirle a su
padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca... Entonces el papá
llevó de la mano a su hijo a la cerca de atrás... Mira hijo, has hecho
bien... pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca... Ya la
cerca nunca será la misma de antes... Cuando dices o haces cosas con coraje,
dejas una cicatriz como éste agujero en la cerca... Es como meterle un
cuchillo a alguien, aunque lo vuelvas a sacar, la herida ya quedó hecha...
No importa cuántas veces pidas disculpas, la herida esta ahí... Una herida
física es igual de grave que una herida verbal...
Los amigos y amores son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te
sonríen y te animan a mejorar, te escuchan, comparten una palabra de aliento
y siempre tienen su corazón abierto para recibirte... Demuéstrales cuánto
los quieres.

LOS TRES ÁRBOLES

Había una vez tres árboles en la colina de un bosque.
Hablaban acerca de sus sueños y esperanzas y el primero dijo: "Algún día
seré un cofre de tesoros. Estaré lleno de oro, plata y piedras preciosas.
Estaré decorado con piedras preciosas y todos verán mi belleza".
El segundo árbol dijo, "Algún día seré una poderosa embarcación. Llevaré a
los más grandes reyes y reinas a través de los océanos, e iré a todos los
rincones del mundo. Todos se sentirán seguros por mi fortaleza y la fuerza
de mi casco".
Finalmente el tercer árbol dijo: " Yo deseo crecer para ser el más alto,
recto y fuerte de todos los árboles del bosque. La gente me verá en la cima
de la colina, mirará mis poderosas ramas y pensarán en el Dios de los
cielos, y cuán cerca estoy de alcanzarlo. Seré el más grande árbol de todos
los tiempos y la gente siempre me recordará".
Después de unos años y que los árboles oraban para que sus sueños se
convirtieran en realidad, un grupo de leñadores vino donde estaban los
árboles. Cuando uno vio al primer árbol dijo:
"Este parece un árbol fuerte, creo que podría vender su madera a un
carpintero", y comenzó a cortarlo. El árbol estaba muy feliz debido a que
sabía que el carpintero podría convertirlo en un cofre para tesoros.
El otro leñador dijo mientras observaba al segundo árbol: "Parece un árbol
fuerte, creo que lo podré vender al carpintero del puerto". El segundo árbol
se puso muy feliz porque sabía que estaba en camino a convertirse en una
poderosa embarcación"
El último leñador se acercó al tercer árbol; éste estaba muy asustado, pues
sabía que si lo cortaban, su sueño nunca se volvería realidad. El leñador
dijo entonces: "No necesito nada especial del árbol que corte, así que
tomaré este". Y cortó al tercer árbol.
Cuando el primer árbol llegó donde el carpintero, fue convertido en un cajón
de comida para animales, y fue puesto en un pesebre y llenado con paja. Se
sintió muy mal, pues eso no era por lo que tanto había orado.
El segundo árbol fue cortado y convertido en una pequeña balsa de pesca, ni
siquiera lo suficientemente grande para navegar en el mar, y fue puesto en
un lago. Y vio como sus sueños de ser una gran embarcación cargando reyes
había llegado a su final.
El tercer árbol fue cortado en largas y pesadas tablas y dejado en la
oscuridad de una bodega.
Años mas tarde, los árboles olvidaron sus sueños y esperanzas por las que
tanto habían orado.
Entonces un día un hombre y una mujer llegaron a un establo. Ella dio a luz
un niño, y lo colocó en la paja que había dentro del cajón en que fue
transformado el primer árbol. El hombre deseaba haber podido tener una cuna
para su bebé, pero este pesebre debería serlo. El árbol sintió la
importancia de
este acontecimiento y supo que había contenido el más grande tesoro de la
historia. Años mas tarde, un grupo de hombres entraron en la balsa en la
cual habían convertido al segundo árbol. Uno de ellos estaba cansado y se
durmió en la barca. Mientras ellos estaban en el agua una gran tormenta se
desató y el árbol pensó que no sería lo suficientemente fuerte para salvar a
los hombres. Los
hombres despertaron al que dormía, éste se levantó y dijo: "¡Calma! ¡Quédate
quieto!"... Y la tormenta y las olas se detuvieron. En ese momento el
segundo árbol se dió cuenta que estaba llevando al Rey de reyes y Señor de
señores.
Finalmente, un tiempo después alguien vino y tomó al tercer árbol convertido
en tablas. Fue cargado por las calles al mismo tiempo que la gente se
burlaba del Hombre que lo cargaba. Se detuvieron
en una pequeña colina y el Hombre fue clavado al árbol y levantado para
morir en la cima de la colina. Cuando llegó el domingo, el tercer árbol se
dió cuenta que el fue lo suficientemente fuerte para permanecer erguido en
la cima de la colina, y estar tan cerca de Dios como nunca, porque Jesús
había sido crucificado en él.

La moraleja de esta historia es: Cuando las cosas no parecen estar yendo a
tu manera, siempre conoces que Dios tiene un plan para ti. Si realmente
pones tu confianza en El, El te dará grandes regalos en Su propio tiempo.
Cada uno de los árboles consiguió lo que ellos deseaban, no solamente en la
forma que ellos imaginaron.
Nosotros no siempre conocemos los planes de Dios para nosotros. Nosotros
solo conocemos que Su manera no es nuestra manera, pero ¡Su manera es
siempre la mejor!

LAS TRES REJAS

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice:
- Oye maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...
- ¡Espera! -lo interrumpe el filósofo-. ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas
lo que vas a contarme?
- ¿Las tres rejas?
- Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme
es absolutamente cierto?
- No. Lo oí comentar a unos vecinos.
- Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso
que quieres decirme, ¿es bueno para alguien?
- No, en realidad no. Al contrario...
- ¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso
que tanto te inquieta?
- A decir verdad, no.
- Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdadero, ni bueno ni
necesario, sepultémoslo en el olvido.

AMIGOS EN EL DESIERTO

Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un
determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro.
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.
El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado
por el amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.
Intrigado, el amigo preguntó:
¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en
una piedra?
Sonriendo, el otro amigo respondió:
"Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el
viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro
lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la
memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo".

EL AMOR ES CIEGO

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los
sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando EL ABURRIMIENTO
había bostezado por tercera vez, LA LOCURA, como siempre tan loca,
les propuso:

- ¿Vamos a jugar a los escondidos?

LA INTRIGA levantó la ceja intrigada y LA CURIOSIDAD, sin poder
contenerse preguntó:

- ¿A los escondidos? ¿Y como es eso?

- Es un juego - Explicó LA LOCURA, - en el que yo me tapo la cara y
comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se
esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes
que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.

EL ENTUSIASMO bailó secundado por LA EUFORIA, LA ALEGRIA dio tantos
saltos que terminó por convencer a LA DUDA, e incluso a LA APATIA, a
la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar,
LA VERDAD prefirió no esconderse. ¿Para qué?, Si al final siempre la
hallaban, y LA SOBERBIA opino que era un juego muy tonto (en el
fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y
LA COBARDIA prefirió no arriesgarse...

- Uno, dos, tres... Comenzó a contar LA LOCURA.

La primera en esconderse fue LA PEREZA, que como siempre se dejó
caer tras la primera piedra del camino. LA FE subió al cielo y LA
ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio
esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.

LA GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que
hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos, que sí ¿un
lago cristalino? Ideal para LA BELLEZA. Que sí la ¿Hendija de un
árbol? Perfecto para LA TIMIDEZ. Que sí el ¿Vuelo de la mariposa? Lo
mejor para LA VOLUPTOSIDAD. Que sí ¿Una ráfaga de viento? Magnifico
para LA LIBERTAD. Así terminó por ocultarse en un rayito de sol.

EL EGOISMO, en cambio encontró un sitio muy bueno desde el
principio, ventilado, cómodo... pero sólo para él.

LA MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en
realidad se escondió detrás del arco iris) y LA PASION y EL DESEO en
el centro de los volcanes.

EL OLVIDO... se me olvidó donde se escondió... pero eso no es lo
importante.

Cuando LA LOCURA contaba 999.999, EL AMOR aún no había encontrado
sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado...hasta que
divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.

- Un millón - contó LA LOCURA y comenzó a buscar. La primera en
aparecer fue LA PEREZA sólo a tres pasos de una piedra.

Después se escuchó LA FE discutiendo con Dios en el cielo sobre
teología y LA PASION y EL DESEO los sintió en el vibrar de los
volcanes. En un descuido encontró a LA ENVIDIA y claro, así pudo
deducir donde estaba EL TRIUNFO.

EL EGOISMO no tuvo ni que buscarlo, él solito salió disparado de su
escondite que había resultado ser un nido de avispas. De tanto
caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a LA BELLEZA y
con LA DUDA resulto más fácil todavía, pues la encontró sentada
sobre una cerca sin decidir aún de que lado esconderse.

Así fue encontrando a todos, EL TALENTO entre la hierba fresca, a LA
ANGUSTIA en una oscura cueva, a LA MENTIRA detrás del arco
iris...(mentira, si ella estaba en el fondo del océano) y hasta EL
OLVIDO...que ya se le había olvidado que estaba jugando a los
escondidos, pero sólo EL AMOR no aparecía por ningún sitio.

LA LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del
planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por
vencido, divisó un rosal y las rosas... Y tomó una horquilla y
comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se
escucho. Las espinas habían herido en los ojos AL AMOR; LA LOCURA no
sabia que hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón
y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces; desde que por
primera vez se jugó a los escondidos en la tierra:

EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA

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